Riqueza duradera o sostenible

Riqueza duradera o sostenible

Una palabra recurrente en los últimos tiempos es la sostenibilidad. Se suele asociar al medio ambiente, aunque es extrapolable a cualquier disciplina o actividad.

Por eso, me atrevo a afirmar que la riqueza, el patrimonio, se puede hacer crecer de manera  sostenible para que sea duradera. ¿Cómo hacerlo?

Mi experiencia y conocimiento me llevan a recomendar tres requisitos:

  1. El conocimiento. Ser conscientes de nuestras capacidades y deficiencias nos permitirá aprovechar las primeras y pedir ayuda para compensar las segundas. Conocer el entorno en el que vivimos nos ofrecerá oportunidades que podremos aprovechar y nos  protegeremos de las situaciones adversas que nos puedan perjudicar.

  2. La planificación. Debemos saber hacia dónde vamos, en qué tenemos que utilizar nuestros esfuerzos, fijar los objetivos que queremos conseguir y desarrollar la hoja de ruta que nos lleve a la meta deseada.

  3. La diversificación. Siempre se habla de tener “la opción B”. Cuando hablamos de patrimonio o economía las opciones deben ser múltiples. La vida es enorme para poderla controlar, sin embargo, podemos debilitar o compensar los resultados negativos de nuestras decisiones/inversiones con los resultados positivos, y para ello es imprescindible jugar en diferentes mesas.

Mi modelo de diversificación se reduce a tres conceptos:

  • Liquidez. Dinero que has de tener disponible para poder sobrevivir mientras solucionas la situación negativa que estés pasando (crisis, pandemia, paro, divorcio, salud, etc).

  • Rentabilidad. Dinero que inviertes a medio plazo para obtener altos ingresos. Supone más riesgo, pero diversificado y bien asesorado te ayudará a incrementar tu riqueza y acelerar el crecimiento de tu patrimonio (bolsa, fondos, criptomoneda, CRV, crowdfunding, crowdlending, etc).

  • Seguridad. Inversiones a largo plazo con menor riesgo (Inmuebles, oro, bolsa, etc).

 

El porcentaje de nuestro patrimonio en cada uno de estos tres apartados variará en función de nuestro perfil y de nuestra edad. El objetivo es acabar teniendo un 60% de nuestra riqueza en el apartado seguridad.

Encuadro en seguridad las inversiones realizadas en bienes inmuebles, bien seleccionadas, nos ayudarán a ahorrar de manera fluida, aportarán un retorno por rotación mediante ingresos recurrentes. Cuando estén alquilados, irá aumentando nuestra riqueza, a pesar de las crisis. Y en caso de venta, recibiremos el incremento del valor de nuestra inversión inicial.

En seguridad, la inversión estrella es la inversión inmobiliaria: viviendas, locales, trasteros, naves industriales, etc.

En cada caso habrá que analizar las tendencias del mercado, su recorrido futuro, la necesidad social que cubre y su facilidad de desinversión. Cuando se compra algo hay que pensar en poder venderlo y analizar con qué obstáculos nos vamos a encontrar en caso de venta.

La relación con los bienes inmuebles es más compleja que la que se produce con cualquier otra inversión. En el caso de los inmuebles el apego nos condiciona y nos resta objetividad a la hora de decidir su adquisición, por eso es importante dejarse acompañar en la toma de decisiones por profesionales que objetiven los datos y reduzcan las decisiones emocionales, además de analizar los aspectos jurídicos, arquitectónicos, urbanísticos y fiscales de cualquier inversión.

Recomendación final: si quieres hacer una inversión segura y sostenible, cuenta con tu Real Estate de confianza y tu abogado/a especialista.

Carmen Pérez-Pozo – Abogada, socia fundadora de Bufete Pérez-Pozo y autora del libro «Riqueza para siempre».

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