Financiación: Fondo Next Generation
La llegada del Fondo Europeo Next Generation supone una gran oportunidad para el sector inmobiliario español. Un esfuerzo extraordinario para movilizar recursos capaces de impulsar nuestra economía y transformarse de forma más ecológica, digital y resiliente.
La hoja de ruta para conseguir estos objetivos se desarrolla en el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia, estructurado en torno a diez políticas palanca. La primera de ellas es la “Agenda urbana y rural y lucha contra la despoblación y desarrollo de la agricultura”, que incluye el Plan de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana. Este tema es precisamente el que hemos abordado durante el último panel del Ciclo de Financiación organizado por WIRES.
¿Cómo se canalizará el Fondo en el sector inmobiliario y cómo impulsará la rehabilitación del parque residencial existente y la regeneración urbana?
Para dar respuesta a estas cuestiones, en mayo moderé una mesa redonda de lujo, en la que estuvieron presentes protagonistas de primera línea: Francisco Javier Martín, director general de Vivienda y Suelo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Jacobo Llerena, subdirector general de Eficiencia Energética en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; José María García, director General de Vivienda y Rehabilitación de la Comunidad de Madrid; Cátia Alves, directora de Sostenibilidad y Responsabilidad Corporativa de UCI; y Silvia Poyato, directora de Innovación y Desarrollo Negocio Iberia en Schneider Electric.
Mecanismos para movilizar los recursos
Durante su intervención, Javier Martín comentó que la línea de inversión más estratégica con la que cuentan en el Ministerio se centra en la regeneración de barrios. Ésta requerirá de una iniciativa municipal muy potente y una clara alineación entre la administración municipal y autonómica.
En el ámbito de la rehabilitación de edificios, Javier Martín explicó que la gestión se plantea a través de la modalidad “llave en mano” y apuntó que será necesario un gestor que solicite la ayuda en nombre de las comunidades de propietarios, reduciendo la labor de estas a la toma de decisiones. Para ello, se canalizarán subvenciones para emitir un documento técnico con la “foto actual” del edificio, el “libro del edificio” y el proyecto de rehabilitación.
Por su parte, José María García expuso la complejidad de gestión que implicará para las comunidades el desarrollo de estos proyectos y apeló a la colaboración público-privada y a la articulación de instrumentos normativos bien definidos para facilitar la gestión al intermediario, como elemento facilitador de financiación-subvención.
El papel fundamental de las entidades financieras
Otro tema de interés que se analizó fue el papel de las entidades financieras en el mercado inmobiliario. Javier Martín apuntó que las ayudas solo irán al 100% cuando las condiciones sean de extrema vulnerabilidad, por lo que será necesario la aportación económica de los propios vecinos, así como la financiación bancaria.
A su vez, Cátia Alves indicó que las entidades financieras actuarán como “piedra angular de la rehabilitación”, aportando liquidez a las comunidades de propietarios para acometer la rehabilitación, adelantando los recursos previos a la subvención y complementando la parte no subvencionada del proyecto.
Los edificios como vectores clave en la transición energética
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica ven los edificios como vectores clave en la transición energética. Así, Jacobo Llerena identificó tres dimensiones de actuación para mejorar en eficiencia energética (regulatoria, técnica y económica), subrayando la importancia del certificado de eficiencia energética para medir el nivel de eficiencia, así como visibilizar la monetización del ahorro y fomentar una inversión inteligente en el activo.
Por su parte, Silvia Poyato señaló que la rehabilitación energética clásica debe ir acompañada de una digitalización para que sea sostenible en el tiempo. “Cuando digitalizamos un edificio, se obtienen unos ahorros energéticos del 20 al 40%. Si a esto le sumamos la rehabilitación energética clásica, podríamos llegar incluso al 60%”.
Proyectos alineados con los ejes del Plan
Respecto a qué proyectos pueden optar a los fondos y en qué condiciones, Javier Martín comentó que se tendrán que basar en la certificación energética. “Con un límite aproximado de 15.000 euros de ayuda por vivienda, el proyecto deberá garantizar un ahorro mínimo del 30% en consumo de energía primaria no renovable”, avanzó.
Este requisito busca simplificar los trámites. En una línea similar, José María recalcó que para que el procedimiento sea eficaz es necesario “una licencia, un certificado de antes y otro después, y un certificado de un técnico habilitado, con una factura legalmente reconocida”. Además, Silvia Poyato agregó que es necesario agilizar todos los procesos de ayuda, para que la sociedad los vea factibles.
Por último, sobre la regeneración urbana, José María García y Javier Martín destacaron la importancia del urbanismo para facilitar la gestión, señalando la necesidad de que las administraciones se alineen para optimizar el modelo de actuación en barrios e impulsar la colaboración público-privada como elemento indispensable ante este desafío.
Aprovechar la oportunidad y poner al día el parque inmobiliario
Si tuviera que extraer una conclusión, me gustaría destacar que los ponentes mostraron un gran interés por aprovechar la oportunidad que tenemos de poner al día el parque inmobiliario actual y por afrontar con ambición el desafío de regenerar nuestros barrios. De hecho, los protagonistas marcaron el camino: alineación de administraciones, facilitar la gestión, colaboración público-privada y financiación. Creo que es el momento de actuar. No podemos dejar pasar esta oportunidad.
Consuelo Villanueva / Socia WIRES – Directora de Instituciones y Grandes Cuentas Sociedad de Tasación