Entrevista a:
Gloria Lomana
PRESIDENTA Y FUNDADORA DE 50&50 GENDER LEADERSHIP
Gloria Lomana es Presidenta y Fundadora de 50&50 Gender Leadership, consultora especializada en programas de igualdad y liderazgo femenino #PorUnMundo5050 y fue elegida mujer Top 100 en 2019. Como periodista, ha sido la decana en la dirección de Informativos de la televisión en España.
Entrevistarla es casi obligatorio cuando hablamos de equidad, de igualdad de oportunidades, de liderazgo femenino y de la importancia de contar con referentes.
¿Cómo de importantes son los referentes femeninos en el ámbito económico y empresarial actual?
Mucho, yo diría que todo. Hasta el 1976 las mujeres, en España, no podían trabajar sin el permiso del marido, hasta el año 81 no tuvimos autonomía financiera, en las familias se preparaba a los hijos no a las hijas para heredar los negocios… en fin… hoy reclamamos estar en un 40% de los Consejos de Administración y mujeres valiosísimas están al frente de grandes compañías. Hay que verlas, porque su trabajo, determinación, esfuerzo es un aliciente para todas y, sobre todo, para inspirar a las nuevas generaciones. Las chicas necesitan saber que ellas podrán, es muy importante tener referentes en todas las materias.
¿Cuál es tu valoración sobre este tema? ¿Hemos avanzado? ¿Salimos mejor en la foto oficial? Pero ¿cuál es la realidad teniendo en cuenta que nuestro tejido económico son PYMES y no el IBEX?
La realidad de hoy en día es muy distinta a la que te comentaba de hace 40 o 50 años, por supuesto que hemos avanzado, el mundo occidental de nuestro entorno también lo ha hecho, pero no estamos aún en ese 50&50 equitativo que garantizaría una sociedad plenamente
democrática y de igualdad de oportunidades. Hablas de foto y me temo que en algunas ocasiones es meramente eso: poner mujeres en los Consejos para seguir las recomendaciones cuantitativas de la ley pero sin profundizar en una cultura inclusiva porque la realidad es que no crecen las mujeres en los puestos directivos que es donde realmente se cuece el poder. ¿Qué haría falta? Que nos lo creamos, que apostemos por la igualdad no de boquilla, sino real, con cultura inclusiva promovida desde lo más alto de las compañías.
¿Por eso te decidiste a crear 50&50 GL? Cuéntame cuál es la labor que hacéis y cómo sientes la acogida que se os ha dado desde su creación en 2019.
En 2018 escribí el libro #ElFindelMiedo, el año de las Mujeres. Cuanto más estudiaba el interior de las empresas, más ignorancia encontraba respecto a cómo debían hacer para poder implementar planes de igualdad. Como bien decías casi la totalidad de la empresa española son pymes. Así es que a finales del 19 alguien me animó con 50&50 GL para trabajar con proyectos de igualdad y promover los liderazgos femeninos en el mundo empresarial. Es una gran tarea, requiere todo mi tiempo, pero es mi gran causa. Durante muchos años de profesión periodística, la mitad de ellos en puestos de dirección, he visto cómo las mujeres tenemos que demostrar mas, como se etiqueta nuestro liderazgo, cómo allí donde hay mujeres se borran los estereotipos… Junto a la Fundación Mujeres por África, y en Colombia junto a la Fundación Juanfe, he podido ver terribles casos de violencia infantil en niñas… en fin, no hace falta mucho mas para querer dedicarse a este propósito de impulsar liderazgos para que las mujeres sean autónomas, para que nuestras hijas tengan el camino más allanado que mi generación.
Contáis con diversos programas de formación. Parece que la clave pasa por formar a las nuevas generaciones, ¿es así?
Así es. Las niñas deben saber que no hay cosas de chicas o de chicos, que cualquier carrera o profesión pueden hacerla si esa es su voluntad. Seguimos detectando el drama de que las niñas no se inclinen por carreras STEM, especialmente matemáticas o ingenierías, y ello no sería triste si fuera una elección en libertad no como consecuencia de sentir que ellas no podrán hacer carreras donde los chicos van a destacar más. No es cierto. Hay que empoderarlas, hacerles ver
que ellas pueden crecer eligiendo lo que más les guste. Darles esa libertad desde muy niñas, borrar sesgos y estereotipos sobre el niño líder y la niña mandona. Por eso nuestros programas Jóvenes y Liderazgo #ChicasImparables les traza una ruta de liderazgo que trabaja su autoestima, para que descubran sus propias habilidades de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, trabajando en equipo, creando red… Acaban apasionadas, seguras, sin límites, imparables, maravillosas…
13 intensos años al frente de los informativos de una de las mayores cadenas privadas, siendo la primera y única mujer que lo ha hecho. ¿Sientes que has roto techos de cristal?
Todas hemos ido rompiendo techos de cristal, no es uno, es una suma, una amalgama de techos, real. Y aun hoy hay quien piensa que las mujeres son tan propicias para liderar por su sensibilidad, sus emociones que las hacen ser mas débiles. ¡Cuando es justamente lo contrario! Las mujeres salen muy preparadas de las Universiades, tienen mejores curriculums, acaban las carreras antes, su formación es más competitiva… entran en el mercado laboral probablemente sin distinción, el problema bien a la hora de la promoción. Y ahí probablemente hay dos grandes causas: una que nos incumbe a nosotras, puesto que debemos exigir corresponsabilidad más que conciliación para poder atender vida laboral, profesional y personal; pero, por otro lado, a las empresas, para que vean a las mujeres. No somos invisibles y tenemos esas competencias “soft skills” que tanto necesitan las empresas para tener alma: empatía, comunicación, cercanía, generación de confianza, mirada pausada, capacidad de mediar… esta es nuestra gran oportunidad.
Desde la lejanía ahora de no dirigir un medio, ¿cómo valoras el periodismo actualmente? De periodista a periodista, ¿crees que en general impera el rigor o el periodismo está devaluado?
El periodismo en los últimos 20 años ha cambiado enormemente. Esta no es una crisis de tantas como se han ido padeciendo en la profesión. Ahora se compite con las redes sociales en inmediatez e impacto, sin modelo negocio que lo haga rentable. Eso está generando una precariedad terrible y acabando con la dignidad de una profesión maravillosa.
Para mí es y ha sido más que una profesión, es una forma de ser, curiosa y narrativa, de servicio a los demás. Cuando yo estudie en la Facultad teníamos una asignatura de ética que siendo estudiantes la veíamos como una “maría”. ¡No teníamos razón, es esencial! Así es que reivindico volver a las raíces, a esa ética, a la narrativa de los hechos no de los hechos alternativos, a la verdad, la responsabilidad de formar opinión certera en millones de personas, a la información contrastada y verificada. Solo así el periodismo sobrevivirá. De lo contrario estar estará, pero no será periodismo, será otra cosa.
